En el vídeo hago en primer lugar una diferencia entre la hipocondría clásica y la hipocondría con somatizaciones. Veremos que la diferencia radica en dónde se focaliza la obsesividad:

En el caso de la hipocondría, el llamado “síndrome del mal oscuro” porque la persona siente estar siendo atacada por algún mal difuso, escondido, no revelado aún, un mal de progresión lenta que causará un gran sufrimiento en su progreso (tumores, enfermedades degenerativas, etc), la obsesividad se centra en averiguar por fin el diagnóstico, para clarificar esa oscuridad.

En el caso de las somatizaciones, la obsesividad se centra sobre un síntoma físico, como vértigos, un dolor, los pitidos en el oído (acúfenos), etc y sobre todo en encontrar la causa de esos males para así dar con el remedio médico que lo libre de la tortura que le está amargando la vida.

Soluciones intentadas

En el vídeo vemos también las soluciones intentadas habituales en el caso de las somatizaciones (concentración en el síntoma, acudir compulsivamente a médicos, lamentarse obsesivamente, evitaciones y precauciones). Todas estas soluciones empeorarán y cronificarán el problema.

Tratamiento estratégico

Finalmente, veremos el tratamiento eficaz para las somatizaciones más comunes:

dolor
acúfenos
mareos y vértigos

y añadiré una explicación de por qué funcionan las técnicas detalladas, que llamamos la ritualización del ritual y la técnica del check-up monosintomático.

Somatizaciones e hipocondría: el malestar psicológico y la histeria

Para terminar, la relación entre el malestar psicológico y la insatisfacción en la vida (la llamada histeria en el caso de las mujeres) con las somatizaciones.

Como repetía Hipócrates, de nada sirve tratar la enfremedad que tiene una persona si no tratamos a la persona que tiene una enfermedad.

Puedes profundizar más en este tema con el libro “La paura delle malattie. Psicoterapia Breve Strategica dell´Ipocondria”, de Alessandro Bartoletti y Giorgio Nardone, editorial Ponte alle grazie.