Las personas a menudo creen poder estimar con precisión el tiempo que pasan dormidos y el tiempo que pasan despiertos en la cama. En realidad, en esto ¡las apariencias engañan!
La literatura científica ha evidenciado que los seres humanos no tienen una buena capacidad de percibir el propio sueño y el propio estado de vigilia mientras están en la cama, hasta el punto de que sus convicciones respecto a cuánto han dormido o no están llenas de errores.
Para ser percibido, un episodio de sueño debe alcanzar una duración concreta: algunos experimentos han demostrado que solo un sueño de 25 minutos se percibe, mientras que episodios de duración inferior a los 2-4 minutos son percibidos por menos de la mitad de los individuos. Una consecuencia trágica de tal déficit son los considerados “golpes de sueño” (o somnolencia): estos eventos se verifican cuando una persona sobrestima su propia capacidad de percibir el sueño y, lamentablemente, pueden causar numerosos accidentes, además de graves consecuencias en el trabajo.
En términos técnicos, el fenómeno se conoce como “percepción errónea del sueño” y se refiere a la conocida tendencia a cometer errores a la hora de distinguir entre estados de sueño y de vigilia. Un tipo de confusión que no sorprende, considerando que la pérdida transitoria de consciencia conectada al inicio del sueño reduce lógicamente la capacidad de percibir todo, incluso el propio sueño.
El sueño en los insomnes
Es interesante destacar que diversos experimentos han demostrado cómo la dificultad para reconocer correctamente el propio estado de sueño resulta más marcada en los sujetos insomnes. Tales individuos muestran, de hecho, una mayor tendencia a sobrestimar el tiempo de adormecimiento y a subestimar el tiempo transcurrido dormidos, aparte de una propensión a percibirse más despiertos de lo que lo están efectivamente.
Esto significa que los insomnes tienden a creer que duermen menos de lo que realmente duermen, y de despertarse más veces de lo que lo hacen en realidad. Por ello, si un individuo que sufre de insomnio declara de buena fe haberse podido dormir tras muchas horas de intento, o haberse despertado continuamente, o no haber cerrado los ojos en toda la noche, es probable que sin darse cuenta esté cometiendo un significativo error de valoración.
El laboratorio del Sueño
Esta tendencia al error a menudo sucede de buena fe, y se ha puesto de manifiesto en numerosos experimentos dirigidos por el Laboratorio del Sueño, según los cuales las personas dormidas objetivamente, en el momento en que las despertaba el experimentador manifestaban la convicción de estar ya despiertas.
Esto no significa que el insomnio sea solo un problema de error de percepción del sueño: de hecho se ha estimado que los sujetos insomnes duermen de media 23 minutos menos y dedican alrededor de 6 minutos más en coger el sueño y, sobre todo, se despiertan una media de 6 veces más, además de tener menos sueño REM y menos sueño de ondas lentas (que se asocian a la sensación de descanso).
Hay que precisar que existe un fenómeno conocido como “insomnio paradójico”, por el que la persona cree que no duerme cuando en realidad duerme regularmente: entre estos casos están también aquellos que mientras duermen sueñan que están despiertos, de manera tan vívida que confunden el sueño con la realidad.