Artículos destacadosDuda patológica y obsesionesTerapia Ericksonianaesta noche muero miedo a morir

ERICKSON: Hace años, a principios de enero, me telefoneó un paciente para decirme que aquella noche tendría un infarto y moriría a la mañana siguiente. Le dije: Bien, llámeme mañana para decirme que ha muerto (Risas).

Me telefoneó a las 11 de la noche y me dijo que se estaba muriendo. Le respondí: Bien, pero no sabe en qué momento y quiero que me lo haga saber mañana por la mañana. Me llamó a la mañana siguiente: No sucedió, pero moriré esta noche. Cada noche me telefoneaba a las 11 para decirme que moriría esa noche.

En febrero me llamó por la mañana y le dije: Sí, usted dice que esta noche morirá. Si recuerdo bien, me dijo el 1 de enero que esa noche moriría, pero no murió. Estamos a principios de febrero y me dice que morirá esta noche.

miedo a morir

El 2 de febrero me llamó y me dijo: Esta noche moriré. Le respondí: Claro, me está diciendo que esta noche muere. El 1 de enero me dijo que se moriría esa noche. El 2 de enero me dijo que se moriría esa noche. El 3 de enero me dijo que se moriría. El 4 me dijo que se moriría. Pero no se murió. Ahora me dice que se morirá esta noche. Me lo dijo ya el 1 de enero, pero no se murió. Me lo dijo el 2, pero no se murió, Me lo dijo el 3, pero no se murió. Me lo dijo el 4, pero no. Me lo dijo el 5, el 6, el 7 y el 8 de enero, pero no se ha muerto.

A finales de marzo me dice: No me importa nada de lo que le dije en enero sobre que me iba a morir. Le respondí: A mí sin embargo sí. Tuve que aguantar cada noche sus llamadas, pero nunca me creí ninguna.

En abril me dice: Me equivoqué en enero, en febrero. También en marzo me equivoqué, pero esta noche moriré.

-Llámeme mañana por la mañana.

En mayo: Pienso que moriré esta noche.

-Lo sé. Usted pensaba que moriría en enero, estaba seguro que moriría en febrero, estaba convencido de morirse en marzo, ha tenido alguna duda al inicio de abril. Estamos en mayo. Telefonéeme.

HALEY: ¿Todo esto sucedió por teléfono?

ERICKSON: Fue fantástico. Me llamó a finales de junio. Quiero cambiar la cantinela. No pienso que vaya a morir esta noche, pero sí quizás mañana por la noche, no sé. (Risas).

Le respondí: Llámeme la semana que viene.

Me llamó a la semana siguiente: El asunto está arreglado, ¿verdad?

Ser más pesado que la propia obsesión

HALEY: ¿Por qué usaste este tratamiento en lugar de algún otro?

ERICKSON: No estaba enfermo del corazón (…) No se podía permitir venir a terapia. Y su modo de pensar era totalmente de tipo obsesivo. Usé solo esa táctica de insistir a fondo. Esto lo enloquecía: 1 de enero, 2 de enero, 3 de enero y 4 de enero

HALEY: ¿Y esto tiendes a hacer con las afirmaciones obsesivas? ¿Insistir en ellas?

ERICKSON: A veces. Si tratas de tener una conversación con este tipo de hombre, él hablará de su único tema. No conseguirás moverlo de ahí. Puesto que insiste, dejémoslo hacer. (Carcajadas)

Ahora ya puede hablarme y reírse de la rabia impotente que lo agarraba. Me dijo: Al principio creía estar enfadado con usted, en realidad estaba enfadado conmigo mismo por haber sostenido una estupidez como aquella.

Ahora está terminando sus estudios en la Universidad.


(“Esta noche muero”: vídeo con comentarios sobre este caso)

 

(Extraído y traducido de aquí)

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