"Diccionario internacional de psicoterapia"Escuela de Milwaukeepsicoterapia breve focalizada en la solución

La Psicoterapia Breve focalizada en la solución es el modelo de terapia breve orientado al futuro y directo a los objetivos, desarrollado en los primeros años 80 del siglo pasado por I.K. Berg, S. de Shazer y por sus colegas del Centro de Terapia Familiar Breve de Milwaukee. Desarrollado en manera inductiva, es un modelo altamente disciplinado y fuertemente pragmático más que teórico.

Las raíces de esta psicoterapia se encuentran en los primeros trabajos del Mental Research Institute (MRI) de Palo Alto, en el trabajo de Milton Erickson y en la filosofía de L. Wittgenstein, así como en el pensamiento budista. El modelo puede ser descrito a través de los 8 principios-guía que siguen.

1) Si no está roto, no se repara

Principio general de esta psicoterapia. Significa que, si el cliente ha ya resuelto el propio problema, no sirve hacer otro, no es necesaria ninguna teoría, modelo o filosofía de intervención. Puede parecer obvio, pero algunas escuelas de psicoterapia sostienen la importancia de intervenciones terapéuticas orientadas al crecimiento o a ir más en profundidad. La psicoterapia breve localizada sobre la solución se sitúa de manera antitética respecto a estas concepciones. Y por tanto, si no hay un problema que la persona viva como tal, no se debe hacer terapia.

2) Si funciona, insiste

Si el cliente está ya iniciando la resolución de un problema, el terapeuta debe animarlo a hacer más aquello que está haciendo con buenos resultados. Esta psicoterapia no juzga la cualidad de una solución del cliente, si esta es eficaz. El terapeuta tiene así el simple rol de ayudar al cliente a perseverar en lo que ha hecho y ha funcionado. Es decir, a replicar las propias excepciones positivas. Para hacerlo debe indagar detalladamente tales excepciones, obteniendo una descripción lo más particularizada posible de cómo el cliente se ha comportado y de las reacciones que ha tenido: identificando qué cosa ha funcionado, podrá guiarlo a repetir los éxitos obtenidos y su situación evolucionará finalmente en dirección positiva.

3) Si no funciona, no se insiste

Complementario del segundo principio, el tercero sugiere que, por muy buena que pueda parecer una solución, si no funciona no es una buena solución. Una caraterística bastante extraña de la naturaleza humana es la tendencia a querer resolver un problema reiterando en la misma solución que ya ha fallado (la “Solución Intentada”). Esto no vale solo para el cliente (…)

4) Pequeños pasos pueden conducir a grandes cambios

Este tipo de psicoterapia se puede entender como un modelo minimalista, en el cual la construcción de la solución se lleva a cabo a través de una serie de pequeños pasos y por ello más gestionables: un pequeño paso producirá cambios que a su vez producirán otros, que comportarán un cambio sistémico mucho más grande (…)

5) La solución no  necesariamente correlaciona  directamente con el problema

Si casi todos los demás modelos de cambio tienen necesidad de una clara definición del problema por resolver para poder poner a punto la estrategia de solución, la psicoterapia breve centrada en la solución, al contrario, desarrolla las soluciones a través de la descripción suministrada por el paciente de aquello que será diferente una vez que el problema esté resuelto.

Para hacer esto usa una técnica clave, la pregunta del milagro. Una vez obtenida una descripción detallada del escenario milagroso, terapeuta y cliente proceden al análisis de aquello que ya se ha hecho y ha funcionado en el pasado. Es decir, la búsqueda de las excepciones positivas.

Este recorrido conduce a un modelo de terapia que emplea muy poco tiempo sobre

  • la indagación de las causas originarias
  • sobre la naturaleza del problema
  •  la patología del cliente o
  • sobre el análisis de las interacciones disfuncionales

focalizándose sin embargo casi exclusivamente sobre el presente y sobre el futuro. Un verdadero salto de paradigma respecto a aquellos modelos de psicoterapia que se concentran sobre todo sobre el pasado.

6) El lenguaje para el desarrollo de la solución es diferente del requerido para la descripción del problema

Con palabras de Wittgenstein: “El mundo del feliz es bien diferente del del infeliz”. A menudo el lenguaje del problema es negativo, focalizado sobre la historia del pasado (para describir los orígenes del problema), y a menudo alimenta el mantenimiento del problema mismo; el lenguaje de la solución, al contrario, es más positivo, esperanzador, centrado sobre el futuro, y enfatiza la transitoriedad de los problemas.

7) No todos los problemas se verifican “siempre”, hay siempre excepciones útiles

Este principio, siguiendo la noción de transitoriedad del problema, refleja la mayor parte de las intervenciones utilizadas en psicoterapia breve focalizada sobre la solución y sugiere que las personas siempre son capaces de visualizar excepciones a sus problemas, también las más pequeñas, y estas excepciones pueden ser utilizadas para provocar pequeños cambios.

8) El futuro es o bien creado o bien negociado

Este principio ofrece una potente base para la práctica de esta psicoterapia. Las personas no se consideran como determinadas por su propia historia pasada, por la propia procedencia social o por un diagnóstico psicológico. Basándose sobre un enfoque constructivista, este principio sugiere que el futuro es un lugar lleno de esperanzas, donde las personas son artífices de su propio destino.

El rol del terapeuta en esta psicoterapia es diferente del de muchos otros enfoques psicoterapéuticos: la jerarquía en el interior de la relación terapéutica tiende aquí a ser más igualitaria y democrática que autoritaria. El estilo de conducción de la sesión es soft, nunca directivo. I.K.Berg y S. Dolan sostienen que los terapeutas de la psicoterapia breve focalizada sobre la solución deben evitar expresar juicios sobre los propios clientes o dar algún tipo de interpretación a propósito de los significados que hay tras sus deseos, necesidades o comportamientos. Deben expandir sus posibilidades más que limitarlas y asumir solo el rol de quien estimula, sin empujar al cliente a hacer algo en particular.

En el ámbito de las psicoterapias este modelo (…) es uno de los más difundidos y utilizados en el mundo. Se aplica no solo sobre una amplia gama de problemas clínicos -como problemas familiares, de pareja, abusos sexuales, esquizofrenia- sino también en intervenciones dentro de los servicios sociales, contextos educativos, escolares y empresariales.

(Traducción de “Dizionario Internazionale di Psicoterapia“. Giorgio Nardone y Alessandro Salvini. Garzanti)

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