En primer lugar, ¿por qué un nombre con resabios intrapsíquicos para este nuevo instituto que pretendía precisamente apartarse de las posiciones psicodinámicas? Para comprenderlo, hay que volver a sumirse en el contexto de la creación del MRI. Jackson busca fondos para su nuevo instituto. Está muy solicitado como terapeuta familiar y, entre sus pacientes, tiene familias muy ricas. No duda en ir a ver a estas familias encopetadas para hablarles de sus proyectos y pedirles dinero; ¡y se lo dan! Reúne rápidamente el equivalente a un millón de dólares actuales.
A cambio debe hacer ciertas concesiones, como explica Jules Riskin: “Sé que el nombre se debía a la exigencia de uno de los proveedores de fondos a quien le gustaba mucho la idea de que se estudiasen cosas “mentales”. Para Jackson, la idea de “mental” quedaba ya muy atrás; en esa época ya estaba en trifulca con la escuela psicoanalítica, este nombre sólo se debió a razones de subsidios”.
Bateson no desea que se le identifique con el instituto, aunque acude a menudo a él como consultor. El equipo está solamente compuesto por Don Jackson, el director, Jules Riskin, director asociado, y Virginia Satir, durante los 8 o 9 primeros meses.
El trabajo esencial de los miembros del MRI consiste en hallar unos conceptos intermedios entre las grandes teorías de Bateson y la práctica de la terapia familiar. Jackson es asombroso en sus diagnósticos y en sus intervenciones, pero no consigue formalizar todo lo que hace en las sesiones. Virginia Satir sólo quiere interesarse por la práctica.
Paul Watzlawick
El acontecimiento más importante de ese período de transición (1959-1967) será la llegada de un joven nuevo, Paul Watzlawick. Este personaje adquirirá, con el paso de los años, una importancia considerable e incluso acabará por encarnar las ideas de Palo Alto a los ojos del público en general.
(Habla Watzlawick:) Yo no conocía el trabajo de Bateson y de su grupo, pero Scheflen llamó mi atención sobre el tema. Me dijo que había un grupo en Palo Alto y me dio a leer sus publicaciones. Esto me intrigó. Tenía que ir allí a verlo. Jackson vino a Filadelfia y Scheflen me lo presentó. Jackson, que tenía la costumbre de adoptar perros perdidos como era yo, me dijo: “Si quiere venir, será bien venido en Palo Alto”.
¡Un lugar tan vivo!
De entrada , se da cuenta de que en Palo Alto sucede algo fundamentalmente diferente de todo lo que ha visto antes:
Debéis saber que el MRI y el grupo de Bateson formaban dos grupos distintos, no existía el grupo de Palo Alto como tal, sino dos grupos en relación estrecha. ¡Era un lugar tan vivo, con unas ideas tan interesantes! Venía gente de los lugares más lejanos, gente que había oído hablar de nosotros. Era fascinante reunirse con ellos. Una de las actividades más interesantes era la “casa abierta” de Gregory Bateson todos los jueves por la tarde.
Los residentes de Stanford iban a su casa; cada quisque podía ir. Gente interesante procedente de las disciplinas más diversas. Esto daba lugar a veladas asombrosas; era algo nuevo y no se ha repetido después. Bateson tenía el notable don de atraer a personas apasionantes y de hacer atractivas las veladas. Conocer a este hombre era extraordinario, increíble, era un verdadero hombre del Renacimiento. Gregory Bateson podía tener un invitado especializado en la teoría de la música y, a la vez siguiente, un astrónomo, y a la semana siguiente un sociólogo…y Bateson hablaba con estas personas de su propia disciplina. En esa época, Palo Alto era verdaderamente un lugar extraordinariamente estimulante y vivo.
Watzlawick y Bateson
Ya tenemos al MRI seriamente reforzado. Paul Watzlawick es un trabajador infatigable: leerá todos los escritos de Bateson, hará una lista de todo lo que se ha publicado sobre la teoría de la doble coacción y publicará una síntesis; está apasionado por los fundamentos del enfoque batesionano de la comunicación (…)
Watzlawick, por el contrario, no sentía ningún interés por el trabajo de formación de Virginia Satir. Él desarrolla su técnica de conversación terapéutica junto a Don Jackson (…)
Es un período favorable (que durará poco más o menos hasta 1968), cerca de la mitad de sus proyectos acaban por ser subvencionados. Desde luego, el éxito del artículo sobre la doble coacción (doble vínculo) facilita las cosas, y la reputación del instituto aumenta aún más con la organización de la primera formación para la terapia familiar (…)
La pragmática de la comunicación
Bateson se ha marchado, pero los miembros del equipo del MRI, en particular Paul Watzlawick, continúan las investigaciones sobre la comunicación. En 1964, Watzlawick publica una antología de la comunicación humana. En ella sienta las bases de una pragmática de la comunicación, es decir, sus efectos sobre el comportamiento. Bateson le redacta el prólogo. Pero es solamente un esbozo del que Watzlawick no está totalmente satisfecho (…)
Durante los últimos meses de su estancia en Palo Alto, Bateson se muestra favorable all proyecto; puede ver algunas partes del trabajo en curso y felicita a Watzlawick. En 1966, cuando está en Hawai en donde trabaja desde ahora sobre los delfines con Karen Pryor, Bateson recibe una primera versión del manuscrito completo de Teoría de la comunicación humana (la traducción literal del título original inglés sería, en realidad, Pragmática de la comunicación humana). Y entonces, es una ducha fría para Watzlawick: Bateson critica bastante violentamente el manuscrito e incluso retira el juicio favorable que había emitido sobre los capítulos que había apreciado anteriormente. No escribirá el prólogo de la obra, que no obstante los autores le dedicarán. Este asunto será ampliamente comentado y las heridas tardarán algún tiempo en cicatrizarse; para algunos, como veremos un poco más adelante, ¡todavía no lo están!
¿Cómo comprender la actitud de Bateson?
Weakland: Creo que fue muy duro para Paul, porque él veía el libro en parte como un homenaje a Gregory (…) Había diferencias muy pronunciadas entre Don y Gregory, que probablemente se acentuaron con el tiempo.
Bateson prefiere las preguntas a las respuestas, por tanto no es extraño que desconfíe de las síntesis demasiado claras que tienden a ocultar los puntos de interrogación (…) La codificación de la información queda reducida a sólo dos tipos, analógica y digital, las nociones de simetría y complementariedad se acompañan de subcategorías que el propio Watzlawick rechazará más tarde.
Pero tal vez hay otro elemento importante en su rechazo de la obra. En ese período él también ha terminado un manuscrito. Se trata de una primera versión de lo que será Hacia una ecología del espíritu, es decir, una colección de sus publicaciones anteriores y de artículos recientes (el contenido coincide pues en parte con el de la obra de Watzlawick y los otros).
Pero el editor duda en publicarlo; la forma no es muy atractiva para su gusto, y el manuscrito realiza una serie de idas y vueltas que acaban por irritar mucho a Bateson. Precisamente en este momento recibe el manuscrito de Pragmatics que acaba de ser aceptado para su publicación por…el mismo editor (Norton, para citarlo). El golpe es duro para Bateson que ve sus propias ideas expuestas bajo una forma que él no controla.
Continuará…
(De “La Escuela de Palo Alto. Historia y evolución de las ideas esenciales“. Jean-Jacques Wittezaele y Teresa García. Herder)
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