"Obsesiones, compulsiones y manías"Terapia Breve EstratégicaTOC y compulsiones placenteraspierna que se bloquea

Se presenta un joven con un bloqueo motor verdaderamente particular: cuando camina siente la pierna izquierda que se bloquea, se pone rígida como un leño y le impide continuar. Tal condición puede bloquearlo también durante unos minutos, después extrañamente el miembro se ablanda y el chico puede volver a caminar. Lamentablemente el problema se ha hecho con el tiempo más frecuente y grave, tanto como para obligarlo por la vergüenza a u verdadero retiro social y a la interrupción de los estudios universitarios.

La pierna que se bloquea

El hecho verdaderamente extraño es que, como explica, cuando realiza una actividad motora, como la natación o los ejercicios del gimnasio, el problema no se presenta, sino que aparece dramáticamente solo cuando el joven camina, obligándolo a pararse, con gran vergüenza. El paciente se ha sometido a screenings neurológicos, pero se ha revelado nada disfuncional. Por ello se ha  hipotetizado un síndrome de Tourette o un TOC.

Le pido al joven que se levante y camina adelante y atrás manteniéndose en equilibrio, distribuyendo el peso sobre las dos piernas y manteniendo la mirada derecha en linea recta. El chico se levanta y camina decididamente bien hacia adelante y atrás varias veces, para su sorpresa, luego mira hacia abajo y se bloquea. En mi mente recuerdo la historia griega del ciempiés que caminaba tranquilamente hasta que una hormiga le pregunta que cómo hace para tener bajo control sus innumerables patas. El ciempiés comenzó a pensarlo y se bloqueó. Sobre la base de esta imagen propongo al joven seguir algunos movimientos bastante extraños:

Ahora que te has bloqueado, en vez de dar pasos hacia adelante, rota sobre ti mismo sobre la pierna rígida, con una pirueta, como haría un bailarín, después haz tres pasos hacia atrás, te giras y caminas hacia adelante manteniendo la mirada en el horizonte como te he hecho hacer antes.
El joven repite el ejercicio más veces sin ninguna rigidez ni bloqueo, manifiesta sorpresa y estupor y me pide explicaciones. De manera sibilina le respondo:
La mente ha caído en una trampa y ha construido una condena. Nosotros ahora construimos una condena para la mente atrapada, de modo que se libere.

Ritual para el bloqueo

Prescribo al joven poner en práctica, cada vez que se bloquee, este particular rito: rotar sobre la pierna rígida como un bailarín, dar tres pasos hacia atrás, rotar de nuevo y caminar derecho con la mirada puesta en el horizonte. Puede evitarlo si camina sin bloquearse, y para este fin le indico que mantenga la mirada siempre en línea con el horizonte, sin bajarla nunca, porque esto haría aparecer la alarma y las reacciones de bloqueo. []

Diez días después el joven declara que ha sucedido un milagro, porque no ha tenido nunca un bloqueo, solo algún inicio. Pero le ha bastado levantar la mirada y mirar hacia adelante para proceder fluidamente. Como en todos estos casos aparentemente mágicos, el truco se desvela. Así, explico al joven en detalle cómo nos podemos construir ciertos trastornos sobre la base de una duda o de una mínima experiencia de malestar que inicia el intento de control, empeorando la situación en lugar de mejorarla.

Surcar el mar

Esto conduce a incrementar los intentos de control de lo que se nos está yendo de las manos, con el resultado de construir verdaderos bloqueos. El truco en realidad es una estratagema terapéutica que desplaza la atención de la mente del control del síntoma a la ejecución de una tarea grotesca produciendo el efecto de surcar el mar a espaldas del cielo.

Después, dado que la prescripción es decididamente vergonzante, se ofrece la alternativa de evitarla si no se presenta el bloqueo, uniendo a ello la sugestión de la mirada mantenida en línea con el horizonte.

Como sucede en la mayoría de estos casos, se realiza la segunda posibilidad. He vuelto a ver al chico otras tres veces a la distancia de tiempo de 3, 6 meses y un año: no solo el resultado se ha mantenido sino que el paciente ha retomado la universidad y tiene una intensa vida social.

(De “Ossessioni, compulsioni, manie. Capirle e sconfiggerle in tempi brevi. Giorgio Nardone con Claudette Portelli. Ponte alle Grazie)

2 comentarios

  1. Hola, me siento muy identificado con esta experiencia. A mi lo que me ocurre es que si estoy mucho tiempo sentado, al levantarme me aparece un bloqueo. Por vergüenza se incrementa, y dura muy poco tiempo pero hay ocasiones que es muy vergonzoso. Por ejemplo, ir delante de una cola de gente y marcar el paso. No me ocurre siempre pero cuando ocurre es muy nocivo. Estar rodeado de personas que no conozco, sentir que me miran, pero sobretodo cuando irrumpo en un nuevo espacio. Cómo he dicho no es siempre, pero cuando hace acto de presencia es horrible. Esta mañana mismo al ir a fichar a mi puesto de trabajo me ha ocurrido. Yo creo que es una sociofobia, mezclado con algo relacionado con la vergüenza. Pero lo más gracioso es que cuando mi pierna derecha se calienta ya no me ocurre.
    La ansiedad es muy mala y los momentos en que actúa mi patología es cuando la siento presente
    ¿Algún consejo?

    Muchas gracias.

    • Lo primero que te recomiendo es hacer terapia, no valen solo consejos terapéuticos, es un todo más complejo y específico lo que anula una patología. Ponte en contacto con algún terapeuta oficial de este modelo para salir del problema cuanto antes. Un saludo!

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