La comunicación irónica puede ser observada teniendo a la vez en consideración tres niveles lingüísticos, tres niveles comunicativos:
- El juicio sobreentendido de quien comunica, y entendido por el que recibe la comunicación (G).
- El modo en el que quien se comunica explicita verbalmente su juicio (V)
- La comunicación no verbal utilizada (NV).
Cada vez que se está delante de una comunicación ambivalente, en la que se da una incongruencia entre los niveles comunicativos, éstos pueden ser cómodamente analizados. Desde esta óptica es como se hace posible la distinción entre ironía y sarcasmo.
Una frase se percibe como irónica si :
- (1) El juicio sobreentendido es negativo
- (2) La expresión verbal del interlocutor es positiva
- (3) Y si también su comunicación no verbal es positiva.
El que recibe una comunicación ambivalente percibe sin embargo sarcasmo si se manifiesta una combinación diferente de estos elementos:
- (1) Un juicio sobreentendido negativo
- (2) Una expresión verbal positiva
- (3) Y una comunicación no verbal negativa.
Ejemplo práctico de la teoría de la teoría de los tres niveles lingüísticos
Imagine el lector una situación en la cual dos amigos -A y B- se encuentran. B sabe que el amigo no aprecia su modo de vestir; lo sabe, lo han hablado muchas veces, y acepta que sus gustos en el vestirse no gusten. B percibe una frase di A como irónica en el caso de que A le dijera; sonriendo sinceramente: “Lo bien que te has vestido hoy“. Su juicio es: “hoy también te has vestido fatal“, pero sin embargo dice: “Lo bien que te has vestido hoy“, y lo dice con una sonrisa sincera.
De otra forma la frase se percibiría como sarcástica si A dijese, con expresión contrariada e incluso disgustada: “Mmmmmm, lo bien que te has vestido hoy”. La misma frase positiva y el mismo juicio tácito negativo se percibe como irónico cuando la comunicación no verbal es positiva (sonrisa sincera) y como sarcástica cuando la comunicación no verbal es negativa (expresión seria, que expresa distancia y disgusto).
Como ya he anticipado, el análisis es en realidad más complejo, porque prevé no tres sino cuatro niveles de análisis (…) El cuarto nivel de análisis se refiere a la percepción de quien recibe la frase ambivalente. Sintetizando de manera concisa: si B siente antipatía por A, o bien no acepta el juicio tácito de A, la frase con la estructura G-V+NV+ no se percibirá como irónica sino como sarcástica (…)
Si en el ejemplo anterior B siente antipatía por A, o bien más en general no acepta el juicio de A sobre su modo de vestir (porque por ejemplo está particularmente sensible con este tema), la misma frase de A, con el mismo juicio subliminal negativo (“No me gusta como te vistes”), la misma comunicación verbal positiva (“lo bien que te has vestido hoy“) y la misma comunicación no verbal positiva (una sonrisa sincera) se percibirá por B como sarcástica (…)
Conclusiones
Desde nuestro punto de vista este es el motivo por el que siempre ha sido difícil distinguir la ironía del sarcasmo. Las dos formas comunicativas no han sido nunca subdivididas netamente porque los niveles lingüísticos son múltiples- incluso cuádruples- y el uso que se ha hecho durante siglos de solo dos niveles de análisis es completamente inadecuado.
(Extraído de aquí)
________________________________