Los tres ejemplos distintos clínicos que siguen han sido seleccionados como reestructuraciones sucesivas antinómicas.
- El punto de vista patológico de la primera paciente se rige sobra la percepción de que sus problemas dependen solo de los otros; el terapeuta rápidamente propone la antinomia de que sus problemas dependen solo de si misma.
- En el segundo caso es trastornante para la paciente la percepción de que la solución de sus problemas depende solo de ella; el terapeuta contrapone la antinomia de que depende de los otros.
- La percepción de la tercera paciente, que se vincula con el problema, consiste en considerar que sus propios problemas dependen o de ella o de los otros, tertium non datur; el terapeuta la persuade de que no depende de ella ni de los otros.
Caso 1. (Paciente) Depende de los otros – (Terapeuta) Depende de ti
PACIENTE: No consigo comprender. Quiero a la gente, pero termina siempre por suceder que me tratan con maldad. De verdad que no lo entiendo.
TERAPEUTA: Sabes, según Maturana, no son los opresores los que crean a las víctimas, sino las víctimas las que crean a sus opresores.
P: ¿Qué quiere decir?
T: Entiendo que dice que cada uno de nosotros construye lo que después padece. Somos el títere y el titiritero…también si quisiésemos que no fuese así…Hay una historia antigua que cuenta de un sabio que en la puerta de la ciudad acoge a todo viajero que entra. Un día llega un hombre que le pregunta: Cómo son los ciudadanos de esta ciudad? Y el sabio le pregunta: ¿Tú cómo piensas que son? El hombre dice: Espero que no sean como los de la ciudad de la que provengo, que eran avaros, malos, egoístas. El sabio le responde diciendo: También aquí encontrarás ciudadanos avaros, malos y egoístas. Al día siguiente llega un hombre que pregunta al sabio: ¿Cómo son los ciudadanos de esta ciudad? El sabio responde preguntando: ¿Cómo piensas que son? Imagino que son personas buenas y hospitalarias, dice el hombre. El sabio responde: También aquí son buenos y hospitalarios.
Caso 2. (Paciente) Depende de mí – (Terapeuta) Depende de los otros
PACIENTE: Estoy haciendo de todo para que no se aleje. Estoy exhausta. Seductora, cariñosa, mejor ciertamente que todas las mujercitas que lo rodean, pero al final siempre me traiciona. ¿Cómo es posible? Me siento en una vía sin salida. No sé qué más hacer ahora. Quiero estar con él y lo quiero solo para mi.
TERAPEUTA: Tengo la impresión de que das por descontado que tu marido mantendrá su compromiso contigo en función de tu aspecto físico, como si dependiese solo de ti la responsabilidad de su lealtad.
P: (Suspira)
T: Hay una cosa que quizás no has valorado bien: tu marido podría no atribuir ningún valor al compromiso o a la lealtad…a pesar de todo lo que hagas, él podría no tener aún ninguna intención de serte fiel. Sabes, es importante saber qué queremos de los otros, y es también importante saber si los otros están dispuestos a ofrecernos lo que nosotros deseamos.
Caso 3. (Paciente) Depende o de mi o de los otros – (Terapeuta) No depende de nadie
PACIENTE: Doctor, he hecho como usted me ha dicho, estoy mejorando mi aspecto, pero se ve que no me quiere nadie. O quizás todos los hombres solteros han escapado (sonríe). También M. de quién le contaba…esperaba más de él
TERAPEUTA: Wow, me estás diciendo que piensas en él como…¿como un sujeto deseable? (la paciente había venido a terapia por un trastorno del deseo sexual).
P. Sí sí. Más que otros…sí, yo no hago tanta vida social porque me encuentro en un momento en que todos mis amigas están con su novio, así que no tengo compañía. O bien he tenido compañías con las que había esta situación de pareja por la cual…sufro aún más de soledad.
T. Entonces tú dices: Aunque yo mejore mi feminidad, mi aspecto, mi simpatía, hay una situación objetiva de carencia de mercado, digámoslo así. Pero creo que esto es muy real. En el sentido de que para bien o para mal una mujer de tu edad, o tiene novio o está casada, ok? Normalmente. Y las solteras, habitualmente, o son problemáticas…
P. (se señala a si misma y sonríe)
T….o lo han sido. Y en la fase en la cual lo han sido y quieren ya construir algo diferente, se encuentran de frente a una verdadera y real carencia de mercado. También porque lo que vale para vosotras, vale también para nosotros los machos. En el sentido de que un hombre desde una cierta edad para arriba si no tiene novia hay que preguntarse porqué no lo está. Y desde luego, si no lo ha estado nunca hay que escapar por patas.
P: (ríe)
T: (ríe)… o es uno de esos mariposones que están siempre con más de una. Y ahí si que se requiere ser valiente…
P: (hace el gesto de los cuernos)
T: Valiente en el sentido de que o se acepta ese papel terrible, o hay necesidad de transformarlo. Pero es duro. Se necesita tener unas características concretas -ok? – que no son las de quien tiene en este momento la necesidad de establecer vínculos, como tú. La tercera categoría, que es la única que te puede interesar es…
P: Los divorciados (ríe)
T: Exacto. Los ex novios, los separados…así es.
P: (ríe)
T: (ríe) Con el resto es normal haber tenido una historia que se acaba. El problema es no haber tenido ninguna o haber tenido tantas que no se haya tenido ninguna. Como les pasa a los mariposones. Así que, si no he comprendido mal, tú te encuentras en este momento, como diría, sufriendo una situación objetiva, social.