"Más allá del miedo""No hay noche que no vea el día"Miedos, fobias y pánicoTrastornos psicológicosagorafobia y claustrofobia

Agorafobia y claustrofobia

La Agorafobia y la Claustrofobia son trastornos que generan temor y ansiedad en quienes los padecen, limitando significativamente su calidad de vida. Estas fobias, aunque distintas en su naturaleza, comparten el común denominador de generar una respuesta de miedo intenso e irracional frente a ciertas situaciones o entornos específicos.

En este artículo, exploraremos en detalle qué es la Agorafobia y la Claustrofobia, sus características distintivas, así como los posibles enfoques terapéuticos para superar estos trastornos. Acompáñanos en este recorrido por el mundo de las fobias y descubramos juntos cómo enfrentar y sobrepasar los miedos que nos limitan.

Agorafobia

Entre las formas de trastorno de ataque de pánico más citadas en la bibliografía especializada se encuentra la agorafobia: el miedo a estar solo o a alejarse solo de los lugares que creemos seguros. La presencia o no de agorafobia se utiliza incluso en los manuales de diagnóstico como criterio distintivo entre las formas de ataque de pánico.

En otras palabras, se puede afirmar que representa una de las formas esenciales de fobia asociada al trastorno de pánico y es, quizás, la más frecuente de las que incapacitan gravemente: muy generalizada, obliga a la persona afectada a una vida de limitaciones para evitar el ataque de pánico o a buscar la presencia tranquilizante de alguien siempre preparado para intervenir.

La mayoría de las veces estas personas estructuran literalmente su propia vida de modo que nunca pueden estar solas cuando salen de casa, o de lugares que creen seguros en virtud a la presencia de personas que conocen su problema, lo que constituye por tanto una protección.

Normalmente, también la vida afectiva resulta fuertemente influida por este tipo de trastorno fóbico. La pareja muestra una relación desequilibrada, de dependencia por parte de la persona trastornada y de ayuda por parte del compañero. O bien la persona agorafóbica mantiene un vínculo de estrecha dependencia con su familia de origen, donde los padres representan sus puntos de referencia y ayuda constante. No es extraño que el cónyuge o los padres sean los protectores que se alternan con su presencia.

El trastorno de ataques de pánico con agorafobia representa una patología tan severa que limita la vida no sólo de quien la padece sino también de las personas que están afectivamente ligadas a ella.

Claustrofobia

Muy a menudo a la agorafobia se le asocia el miedo aparentemente opuesto: la claustrofobia. La claustrofobia es el temor a los espacios cerrados de los que no se puede salir inmediatamente en el caso de que sobrevenga el ataque de pánico. Es justamente el miedo a no tener un camino fácil de salida lo que desencadena el pánico cada vez que la persona se encuentra en estas situaciones. A menudo la fobia no se refiere sólo a los lugares cerrados -ascensores, bancos con puertas de seguridad- sino también a situaciones en las que el alejamiento podría exponer a la persona a quedar mal a los ojos de los demás: reuniones profesionales, comidas o cenas en los restaurantes, proyecciones cinematográficas, conciertos, etc.

A veces, en su asociación con la agorafobia, el trastorno involucra también a las autopistas, que no pueden abandonarse a placer, por no hablar de los túneles, en los que se añade la realidad de ambiente cerrado y opresor.

¿Es lo mismo la agorafobia y la claustrofobia?

Sin embargo, la claustrofobia no siempre está asociada a la agorafobia. Muchas veces puede expresarse como forma individual y específica de trastorno de pánico. En este caso, evidentemente, la posibilidad de caer presa del terror se reduce a las situaciones específicas. Pero aun cuando este tipo de miedo patológico no esté asociado a otras fobias, puede llegar a ser realmente limitante para la vida de quien lo padece. Porque la percepción claustrofóbica puede generalizarse y estallar incluso en circunstancias aparentemente no justificadas, como pasear por una calle llena de gente o hacer cola ante una ventanilla. En el caso de la claustrofobia, como en el de la agorafobia, la persona tiende a evitar las situaciones temidas. Y en su forma más exasperada no consigue afrontarlas ni siquiera con la presencia tranquilizadora de otras personas.

Diferencia entre Agorafobia y Claustrofobia

La Agorafobia y la Claustrofobia son dos trastornos distintos que comparten características fóbicas, pero presentan diferencias significativas. Mientras que la Agorafobia implica el miedo a los espacios abiertos o situaciones en las que escapar podría ser difícil, la Claustrofobia se refiere al temor a espacios cerrados y la imposibilidad de salir rápidamente. Aunque ambos trastornos están relacionados con el miedo y la ansiedad, comprender sus diferencias es fundamental para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Agorafobia y Claustrofobia: ¿tienen relación?

La Agorafobia y la Claustrofobia son dos fobias que, si bien parecen opuestas en sus manifestaciones, pueden estar interconectadas en algunos casos. Es importante comprender la relación entre estos trastornos y cómo pueden influenciarse mutuamente. Mientras que la Agorafobia implica el temor a los espacios abiertos, la Claustrofobia se centra en el miedo a los espacios cerrados. Sin embargo, algunos individuos pueden experimentar una combinación de ambos miedos, lo que complica aún más su vida cotidiana. Exploraremos esta relación entre la Agorafobia y la Claustrofobia para obtener una comprensión más completa de estos trastornos y sus implicaciones en la salud mental.

No hay noche que no vea el día. La terapia breve para los ataques de pánico“. Giorgio Nardone. Herder
Más allá del miedo. Superar rápidamente las fobias, las obsesiones y el pánico“. Giorgio Nardone. Paidos

 

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6 comentarios

  1. Sufrir 35 años con ambos…es terrible…cada día es agotador y ante la menor sospecha de amenaza…el pánico tensa los músculos del cuerpo…transpiras …y el nerviosismo te traiciona… las miradas de los curiosos que no entienden lo que te ocurre…quieres correr ,pero no lo haces…quieres gritar y …debes ser normal…debes ser normal…!nos sentimos como vasos de cristal que a pesar que han pegado nuestros trozos…las cicatrices no nos dejan olvidar…tratas de vivir normalmente…y el llegar a casa es un triunfooooo…es extenuante…al principio me recetaron Stelazine y Akineton…pero la primera dosis casi me provoca un paro cardíaco…así que me arme de valor y dejé las medicinas.
    No soporto que alguien(que no conozco) este junto a mi ,lo curioso es que volví a tener enamorado…pero si camino por la calle…peligro inminente…deben acompañarme …y si estoy sola…trato de sentarme lejos de todos…que no se me acerquen!No soporto los lugares cerrados …me ahogo…siento que puedo morir si me quedo en un lugar cerrado…
    He perdido buenas oportunidades y he ganado otras …la línea es seguir adelante y afrontar mis temores…no toda la gente es mala…hay de todo en todas partes…Me convertí en una persona autodidacta y me agrada…le comento un secreto (que ya no lo será):la mejor medicina …es estar ocupados…el trabajo…el mantenernos ocupados trabajando,ayudando a los demás es la mejor medicina…porque ya no te centras en lo que te atemoriza…piensas en el bien de los demás…que eres afortunado y bendecido a la vez…porque eres una vía de ayuda al prójimo…cicatriza las heridas del alma…y eso te llena la vida…

    • Hola.. siento lo q dices xq estoy pasando x eso… encerrada en una ciudad donse para salir tengo q coger avion o barco.. atemorizada d estar aqui encerrada y atemorizada d tener q meterme en esos medios d transporte xa poder salir d aqui… me encantaria poder conversar cn alguoen q pueda llegar a entender lo q me pasa.. aun no he ido a ningun especialista xa este tema lo llevo en silencio.. pero ya se me va d las manos.. un saludo

  2. Hola yo sufro por eso…quiero contar q no subo en autobus.o viajar solo a ningún lado .sólo en mi ciudad.y me transportó en moto sin ella no ando mas de una cuadra no puedo

  3. Como cualquier trastorno de ansiedad, pueden haber grandes variaciones de unos pacientes a otros, y cada uno tendrá una vida más o menos limitada que el resto de pacientes, pero en general, quienes sufren agorafobia tienen una vida realmente limitada. Para empezar a mejorar se hace imprescindible abandonar la estrategia de evitación. Si un miedo siempre se evita, no puede superarse, se enquista y se hace resistente aumentando las limitaciones del paciente.
    Pero hay que reconocer que se necesita mucha valentía y fuerza de voluntad para enfrentarse a este problema y trabajar cada día por superarlo.

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