Escuela de Palo Alto y WatzlawickFobia social, paranoia y deliriosdormir con drácula

Rigoberto no logra dormirse si no es con la luz encendida. Ni bien cierra sus ojos imagina que Drácula y un cortejo de vampiros vienen a succionarle la sangre y a torturarlo.

Cuenta con una larga historia terapéutica: ha intentado numerosos tratamientos en donde se le ha interpretado que Drácula es en realidad su padre muerto a quien ama (ya que lo tiene idealizado) y odia (por sentirse que lo ha abandonado) y este odio se le vuelve en su contra. También se le ha explicado que esos demonios no existen, que solo son fruto de su fantasía o su delirio. Le han recetado hipnóticos, pero él no tiene problemas para dormirse. Toma fármacos y se debate angustiadamente entre el sueño y el cortejo de vampiros que lo acompaña.

no puedo dormirPor su parte, ha intentado colocar estampitas de diferentes santos en distintos lugares de su departamento. A veces reza, pero el temor lo devora. Siente una mezcla de miedo, angustia y bronca por lo que le sucede y más porque no lo puede solucionar.

35 años y limitado

Este síntoma lo ha limitado en otras áreas de su vida. Por ejemplo, tiene 35 años y no puede dormir con una mujer, ¿cómo haría con estos demonios?: siente vergüenza y pánico de que se de cuenta de esto que le parece propio de un niño de 5 años. Razón por la cual ha interrumpido algunas relaciones pasajeras en las que se sentía muy gratificado en el plano afectivo. Se ha vuelto tímido e inseguro para afrontar una relación sexual con una mujer, pero más allá, no se atreve ni siquiera a encararla.

También en el trabajo ha sufrido las consecuencias: son muchas las oportunidades que llega tarde porque se duerme de madrugada y luego se queda dormido. Se ha vuelto ostrácico. No sale de su departamento, solamente va a la casa de su madre y al trabajo.

El terapeuta, entonces, prescribe el síntoma. No confronta las creencias draculeanas del paciente sino que se alía a él tal cual Van Helsing en la lucha contra los vampiros, a sabiendas de que existen una serie de antídotos que ayudan a neutralizar sus poderes.

Prescripción del síntoma… y antídotos

T. Pero Rigoberto, me parece que dentro de todas las cosas que has probado para ahuyentar a los vampiros te has olvidado algunos de los más efectivos y conocidos antídotos…

P. ¿Me estás hablando en serio? 

T. ¿Hay algo en mi cara que dice que estoy bromeando?

P. No, pero…

T. (Interrumpiéndolo) Las cruces y los ajos son el principal antídoto para los vampiros. Esto está descrito en los Kit para matar vampiros principales manuales de vampirismo, manuales en los que se basaron las películas de Drácula. Te pido que esta misma noche coloques dos o tres cabezas de ajo debajo del colchón, distribuidas una a la altura de la cabeza, otra a la altura del corazón y otra a la de las piernas. Luego una cruz en la cabecera de la cama. Puedes cerrar la ventana de la habitación y colocar una serie de estampas de santos y crucecitas más pequeñas (…) Si no resulta bastante ¿tienes una Iglesia cerca?

P. Más o menos, ¿por qué?

T. Para llenar un frasquito con agua bendita que después esparcirás en los principales lugares de tu casa (…)

Has tomado todos los recaudos para convertirte en inmune a cualquier posibilidad de vampirismo…Apagarás con este convencimiento la luz del velador y dormirás relajado, como hace tanto tiempo que no lo logras. Mañana me llamas y me cuentas cómo fue la experiencia.

P. (Un poco nervioso) Pero ¿podré hacerlo?…lo pintas tan fácil…

T. Fácil nada, yo no hablé de facilidad, al contrario, me parece un acto muy importante y estoy convencido de que podrás…

¡Un poco de acción!

De lograr la prescripción Rigoberto se sentirá más fuerte y con un primer logro concreto. Antes sabía mucho y actuaba poco, ¡al fin un poco de acción en su vida! Una vez que se haya instaurado el sueño con luz apagada es factible que con prescripciones directas en donde paulatinamente se vayan desmontando cada una de las protecciones ritualizadas logre finalmente dormir sin ellas.

Si no ha podido cumplirla y se planteó por ejemplo: ¡qué estoy haciendo, por qué debo poner todas estas cosas para poder dormirme, soy ridículo! y logra dormir apagando la luz, enfrentando la situación pero perseverando en la nueva postura, quiere decir que la prescripción actuó de manera provocadora, introduciendo entropía en su sistema. Entonces, por prescripción sintomática se anuló el problema.

Escala de intensidad y amplificación

Otra posibilidad de prescripción de síntoma podría haber sido contar lo más exacto posible la cantidad de vampiros que lo atacaban y duplicarlos o chequear una escala de intensidad del miedo en el momento de intentar dormirse y multiplicarlo. Por amplificación del síntoma se llegaría a provocar mediante la voluntad tanto la aparición del síntoma como las propias defensas hacia él.

Muchas tareas del mismo tenor pueden ser aplicadas en este tipo de casos, tareas que socavan las resistencias y muestran de una forma u otra, cumpliéndolas o no, el cambio en la construcción de la realidad.

(Extraído de aqui)

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