Miedos, fobias y pánicoTerapia EricksonianaTOC y compulsiones placenterasasma

A Erickson le trajeron un niño de doce años que sufría asma crónica. El niño tenía que llevar un inhalador consigo en todo momento. Cuando Erickson se puso a hablar con el niño, se dio cuenta del gran número de veces que utilizaba su inhalador para poder respirar con facilidad. El niño estaba obviamente inquieto. Erickson le preguntó amablemente:

“¿Cuánto miedo le tienes al asma…cómo de intenso es ese miedo?”

Erickson escuchó con calma, sin hacer ningún esfuerzo por calmar al niño. En lugar de eso, lo animó a que prosiguiera con sus experiencias subjetivas del asma.

“¿Cómo de importantes son tus miedos de quedarte sin respiración?”

El niño respondió con evidente alivio. Era la primera vez que alguien había querido escuchar un relato completo de su miedo a la muerte y a quedarse sin respiración. El niño se quedó absorto durante la conversación con Erickson. Le explicó con todo detalle su miedo a ser de repente incapaz de respirar. Describió la horrible sensación de constricción en el pecho y las terribles visiones de muerte que le venían. Al contar su historia, se quedó tan fascinado por conversar con alguien que sabía escuchar que comenzó a respirar con mayor facilidad.

Cuando Erickson percibió que el niño estaba preparado para aceptar la sugestión, señaló:

Sabes…hablar de tu miedo hace que te sea más fácil respirar“.

Un tanto por ciento de asma

El niño reconoció que eso era cierto. Así que Erickson continuó:

Me gustaría que entendieras que parte de tu asma está provocada por el miedo y otra, por el polen. Tomas tu medicación para poder tratar la parte del asma provocada por el polen. Ahora pongamos que actualmente tienes un 100% de asma, si reduzco ese asma un 1%, no notarás el cambio. Pero tu asma sería un 1% menor”

A continuación, Erickson especuló:

“Supón que reduzco el asma en un 2%…un 5%…o un 10%. Seguirías sin notar el cambio, pero se habría visto reducido”.

Erickson le habló al niño de manera que a este le entrara curiosidad por la idea de reducir el asma en una cantidad no especificada. Entonces implicó al niño en una discusión sobre cuánto asma iba a quedarse.

¿Va a ser un 5%…o un 10%…o un 20%…o un 30%…o un 40%?”

El niño decidió:

Creo que es un 20% del asma lo que procede del polen

Esto le dio la libertad de usar su inhalador un 80% menos que antes. (Erickson, 1965b)

(Extraído de aquí)

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