Erickson y el hombre que maldecía su vida
Un hombre fue llevado en silla de ruedas hasta Erickson con los brazos y las rodillas sujetas a la silla. Estaba furioso y maldecía haber pasado los últimos once años paralizado por una dolorosa artritis. Solo podía mover la cabeza y, ligeramente, un pulgar. Era completamente dependiente de su mujer, que lo vestía, lo sentaba…
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