Superando el Miedo a Desmayarse: Terapia contra el Pánico
¿Estás atrapado en el ciclo paralizante del miedo a desmayarte? Descubre cómo enfrentar este desafío con la Terapia Breve Estratégica. Los ataques de pánico pueden desencadenarse en lugares cerrados, generando sensaciones de ahogo y temor al desmayo. Pero aquí te presento dos poderosos remedios que rompen con el ciclo del pánico. A través de un enfoque valiente y transformador, podrás reconstruir tu confianza y liberarte del miedo que te ha estado restringiendo.
El miedo a desmayarse explicado por Alicia Garcia Aguiar, psicoterapeuta oficial de Terapia Breve Estratégica
Primera sesión
Terapeuta: ¿Cuál es el motivo de su visita?
Paciente: Los ataques de pánico (…) Me ocurre cuando estoy en un lugar cerrado, donde no tengo vías de salida, entonces tengo sensación de ahogo (…)
T: Cuando se presentan, ¿qué ocurre? ¿El miedo es “me estoy muriendo” o “estoy perdiendo el control, me vuelvo loca”?
P: El miedo es “me estoy desmayando”
T: Estoy perdiendo el control y me desmayo (…) Analicemos bien cómo intentas gestionar tu miedo. Antes le has dicho a la coterapeuta que tratas de evitar todas las situaciones que sabes que son peligrosas, ¿es así? (…) Pero si no puedes evitarlas, ¿qué haces? ¿Vas sola o buscas la compañía de un protector?
P: Pido que me acompañen.
T: Por tanto, tenemos un protector (…) Este protector es alguien que conozca tus problemas o da igual quién sea con tal de que esté ahí?
P: Basta con que esté ahí (…) ¡Tengo la manga muy ancha! (ríe) (…)
T: Otra pregunta: si para no evitar pides que te acompañe alguien que te sirve de muleta, ¿su presencia confirma que eres valiente o confirma que eres incapaz?
P: Que soy incapaz
T: Por tanto, si sigues confirmando tu incapacidad, ¿tu miedo aumentará o disminuirá? (Nota: Las preguntas con ilusión de alternativa de respuesta se utilizan para lograr que el paciente descubra que él mismo está alimentando su problema con intentos de solución disfuncionales basados en percepciones erróneas)
P: Aumentará
T: Resumiendo: tenemos una persona que ha sido muy hábil estructurándose la vida con las evitaciones, pero las evitaciones hacen que empeore la sensación de incapacidad (…) Como diría un poeta que sabía mucho de ataques de pánico: “Llevas contigo todas las heridas de las batallas evitadas”. Y estas heridas son las que no se curan nunca. Mira, Pessoa pasó toda la vida encerrado en una habitación, “chorreando de humedad”, según decía. (silencio) Si pido ayuda, nunca es mérito mío (…) no he sido suficientemente valiente yo. Cada vez soy más incapaz (…)
Lo que queremos es que, desde ahora hasta la próxima visita, todos los días te midas respecto a tus dos problemas de los espacios abiertos y los espacios cerrados… El espacio abierto, si no me equivoco, imagino que incluye también el hecho de salir de casa sola, ¿es así? (…) Deberías realizar una especie de medición de hasta dónde puedes llegar tú sola (…) Queremos que todos los días elijas un punto cardinal distinto: un día vas hacia el norte, un día hacia el este, un día hacia el oeste y un día hacia el sur. ¿De acuerdo? Y luego empiezas de nuevo. De modo que podamos ver cuál es tu mapa.
P: ¿Quiere decir hasta dónde puedo llegar sola?
T: ¡Exacto! Y cada vez marcas con una X el límite alcanzado (…) ¡Nadie quiere que te expongas al peligro! Solo al límite. Cuando llegues al límite, anótalo en el mapa con un bolígrafo, te das la vuelta y antes de volver atrás, supera ese límite retrocediendo diez pasos. Luego regresas también lentamente (…)
Segunda sesión
Para cumplir con el deber diario de redactar el mapa de sus límites, ha empezado a salir de casa sola y a desplazarse por la ciudad donde vive, enfrentándose a lo que la asusta. Con esto se ha iniciado el proceso terapéutico de contraevitación, que interrumpe la solución intentada fallida basada en la conducta de evitación. Utilizando una técnica sugestiva de distracción, hemos centrado la atención de la paciente en el acto de caminar diez pasos hacia atrás, una vez alcanzado su límite fóbico. De este modo (…) ha superado sin pánico el límite, permitiendo la realización de la primera experiencia emocional correctiva, que la ha hecho ser consciente de que dispone de más recursos de los que imaginaba (…)
Por último, para lograr que la paciente aprenda a gestionar directamente las sensaciones y los aspectos mentales fóbicos, se le pide que dedique media hora al día de la primera fase de aplicación de la técnica de la peor fantasía (…)
Tercera sesión
La paciente ya ha comprobado durante dos semanas que el intento voluntario de pensar en lo que la asusta provoca la reducción de la ansiedad y el relajamiento; por tanto, ahora se puede continuar con la segunda fase del proceso de adquisición de la técnica de la peor fantasía que la llevará a revivir varias veces al día la experiencia de anulación del miedo mediante su exacerbación (…)
Coterapeuta: Deberás distribuir esta media hora a lo largo del día. Queremos que tú, a partir de las 9 de la mañana, durante 5 minutos, mires el reloj, y sea cual sea la situación en que te encuentres y lo que estés haciendo, permanezcas allí y durante 5 minutos imagines voluntariamente tus peores fantasías (…) Cuanto más busques el miedo, menos lo encontrarás. Pero queremos que sea una sensación que se afiance en tu interior.
Además, se le pide que en días alternos, siga comprobando sus límites moviéndose por la ciudad con el fin de modificar cada vez más las percepciones y las creencias de carácter fóbico (…)
Cuarta sesión
La mujer explica un episodio en que tuvo las sensaciones iniciales que hasta hace poco desembocaban en un ataque de pánico. En esa ocasión, eso no sucedió, las sensaciones pronto se amortiguaron (…) El hecho de enfrentarse a una situación sin huir es precisamente lo que ha hecho posible inactivar la escalada que conduce al pánico.
C: Ahora estos cinco minutos los puedes utilizar, los puedes controlar tú, usándolos en caso de necesidad. También anticipándote a situaciones que te pueden provocar miedo (…) Durante 5 minutos empeoras la situación, tocas tu fantasma y este desaparecerá. Añadirás leña al fuego para apagarlo (…)
Quinta sesión
T: Voy a explicarte una cosa importante: para afrontar el pánico hay dos métodos que funcionan. El primero es el que te estoy enseñando a practicar, exacerbar el miedo para saturarlo y crear el efecto paradoja; el otro método que funciona, que sería el mejor pero que es difícil proponérselo a un paciente al principio, deriva del hecho de que nuestro sistema nervioso se basa en circuitos sinápticos que, simplificando mucho, actúan como un regulador de potencia de los automóviles superpotentes. Cuando las revoluciones llegan a un cierto nivel, el coche se bloquea automáticamente y las hace disminuir, para proteger el motor.
Nuestro sistema nervioso funciona del mismo modo. Si una persona durante un momento de miedo que puede convertirse en pánico, simplemente estuviese “activamente parada”, hiciese “activamente nada”, pronto volvería al estado de reposo. El pánico surge porque pretendo combatir una reacción que no quiero que se produzca, pero cuanto más trato de reprimirla más la alimento.
Yo utilizo una contraparadoja: hago aumentar tu miedo para que bloquees el intento de reprimirlo, y en consecuencia el miedo pierde consistencia.

Enfrentar la fobia a desmayarse
Enfrentar el miedo a desmayarse es el primer paso hacia la libertad emocional. En las sesiones terapéuticas, te guiaré a través de un enfoque estratégico único. Descubrirás cómo las evitaciones prolongadas solo refuerzan el sentido de incapacidad y cómo, paradójicamente, la exposición gradual controlada puede conducir a la superación del pánico. Mediante técnicas como la “peor fantasía”, aprenderás a gestionar las sensaciones y pensamientos fóbicos de manera efectiva, creando un camino hacia la recuperación y la autenticidad. Soy Alicia Garcia, psicógola oficial de Terapia Breve Estratégica para la Ansiedad