"Hipnoterapia sin trance"Artículos destacadosFobia social, paranoia y delirios

Una prescripción elaborada más recientemente (Nardone, 2008) es la creada para algunos trastornos psíquicos más severos: las manías persecutorias y la paranoia persecutoria. Se trata de pacientes que solo ven a su alrededor enemigos o personas que los desprecian y rechazan o, en los casos más severos, que los descalifican continuamente. Para hacer cambiar a estas personas, que sufren terriblemente por su errónea percepción de los demás y de su actitud y conducta hacia ellas, se elaboró una técnica que, aparentemente, apoya su visión patológica, pero que cuando se aplica se produce su desmantelamiento […]

De lo que hemos hablado hasta ahora se desprende claramente que usted es como un soldado que atraviesa un campo minado: tiene que vigilar dónde pone los pies… Esto es muy estresante y se comprende su estado de sufrimiento. Ya sabe que cuando se está en guerra o ante un ataque inminente lo más importante es conocer al enemigo para poder anticipar sus movimientos y golpearlo en sus puntos débiles… Si, para defenderse, usted sigue aislándose a fin de evitar el contacto con sus enemigos, les concede una enorme ventaja estratégica… Por tanto, si desea ganar esta guerra debe estudiar a sus enemigos declarados y a los que aún están en la sombra pero que en cualquier momento podrían manifestarse contra usted… Así pues, todos los días, durante una hora al menos, deberá ir a los lugares donde puede encontrar al enemigo ya conocido y al que podría llegar a serlo y estudiar atentamente sus características y movimientos, registrando todos los signos que indican claramente que está contra usted. Porque uno de los peores errores estratégicos es tomar por enemigo al que no lo es y no ver al que lo es en realidad: de este modo, se acaba exponiendo el flanco justamente al que va a golpearnos…

Así que todos los días vaya a dar un paseo, acuda a los lugares más concurridos y allí donde pueda encontrar a personas que considera peligrosas, y obsérvelas detenidamente buscando, a través de sus actitudes y comportamientos, las pruebas de que son amenazas para usted… La próxima vez hablaremos de ello y elaboraremos las estrategias más adecuadas contra estos enemigos.

Por lo general, incluso la persona más torturada por las manías persecutorias acepta de buen grado la indicación, porque la siente como el apoyo de un aliado; el primer resultado evidente es que prescindirá de su actitud defensiva. Pero el principal efecto de esta prescripción es que cuanto más busca la persona los signos de amenaza, rechazo y desprecio, más encuentra lo contrario: aquellos que ignoran cuál es el objeto de la atención que se les dispensa se sienten considerados y, en la mayoría de los casos, reaccionan correspondiendo con deferencia y amabilidad. Esto es lo que se entiende por “confirmación contradictoria de las paranoias” […], la primera experiencia emocional correctiva terapéutica.

(Extraído de aquí)

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