"La mente herida"Miedos, fobias y pánicoOtros trastornosemergencia angustia

Cuando se es rehén del presente podemos decir que una cierta cantidad de angustia es prácticamente inevitable. Vivir inmersos en una situación de emergencia puede hacer sentir que no hay salida, incluso a las personas más fuertes y combativas.

Es paradigmático el caso de los sanitarios, que han estado expuestos a los efectos de la Covid-19. Envueltos en una situación inesperada para todos, médicos y enfermeros han estado “atacados” desde más de un punto de vista. No era solo el miedo a contraer el virus y de poder contagiarlo a sus seres queridos, sino también la sensación de impotencia respecto a los enfermos graves, el miedo a no estar a la altura en sus decisiones, el no sentirse suficientemente apoyados, y etc.

Es por tanto inevitable que muchos de ellos (…) afrontaran la jornada de trabajo con una sensación de peso angustioso en el pecho, angustia que no los abandonaba nunca.

Liberar del peso en situación de emergencia

En estos casos, sería poco realista pensar en poder liberarlos de un peso que, de cualquier forma, no pueden quitarse de encima. Sin embargo, podemos ayudarlos a confinarlo a un momento particular del día, de modo que puedan liberarse otros momentos y dar un poco de alivio. Todas las mañanas, antes de ir a trabajar, sugerimos sumergirse completamente en la propia angustia imaginándose los peores escenarios que podrían realizarse, concediéndose el llanto y cualquier otra reacción que llegara, hasta tocar el fondo del propio malestar y así salir a la superficie. Hecho esto, estarán preparados para iniciar la jornada laboral.

La angustia, confinada en un momento prefijado del día, de abrumadora pasa a ser gestionable, permitiendo así a la persona que no se vea arrastrada por las olas de la tempestad que cada mañana deben soportar.

(Extraído y traducido de aquí)

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