Comparación con otros modelos de terapiaTraumas, duelo y lutoel EMDR

La EMDR o “desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares” surgió en EEUU en 1987 de la mano de Francine Shapiro. Es una técnica psicológica terapéutica utilizada para atenuar los efectos negativos de los eventos traumáticos. Mediante los movimientos sacádicos de los ojos (además de sonidos,  golpes y estimulaciones táctiles) al evocar las experiencias negativas,  se crea una estimulación bilateral cerebral con la que el paciente se acostumbra (desensibiliza) a los recuerdos traumáticos. Y se produce una reelaboración activa de los mismos.

La EMDR se basa en el supuesto de que los traumas pueden inhibir la normal elaboración de los recuerdos. De tal manera que éstos quedarían atrapados en la red neuronal junto con las emociones, pensamientos y sensaciones del momento del suceso. Si se evocan los recuerdos traumáticos con todos sus componentes atrapados (visual, emocional, cognitivo y físico) se lograría estimular el sistema adaptativo. Y reelaborar, por tanto, el recuerdo de manera positiva.

Los estudios de Gunter y Bodner (2008) señalaron  que los movimientos oculares son simplemente una serie de distracciones motrices con una leve carga sugestiva. Estas serían capaces de reducir la ansiedad durante la exposición en imaginación al recuerdo del trauma.

El efecto se desvanece con el tiempo

Esta técnica, que como señalan Roberta Milanese y Federica Cagnoni (2010) debería incluirse entre las técnicas hipnóticas, crearía un efecto catártico liberador con un buen resultado inmediato, que se desvanece sin embargo con el paso del tiempo. (como prueban numerosos estudios, véase el número especial del Journal of Anxiety Disorder, de 1999).

El problema está en que cualquier técnica que ayude al paciente a salir de su problema y escapar de su antiguo y disfuncional sistema perceptivo-reactivo, que luego no lo guíe a continuación a crear uno nuevo sistema funcional que sustituya al anterior, corre el riesgo de tener unos resultados meramente superficiales, que por supuesto desaparecen con el tiempo.

En esto consistiría la principal diferencia con respecto al tratamiento mediante la Terapia Breve Estratégica: la EMDR sería solo una “técnica individual” y no tanto un modelo secuencial compuesto de fases y técnicas específicas. Un modelo enfocado no solo a la resolución eficiente del problema, sino a la perdurabilidad en el tiempo de los cambios presentados.

Para saber más lee el interesantísimo libro Cambiar el pasado de Federica Cagnoni y Roberta Milanese (2010).

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