Historias curativas: al evitar lo inevitable
Un hombre fue muy temprano a presentarse en el palacio del profeta Salomón, con el rostro pálido y los labios descoloridos. Salomón le preguntó: – ¿Por qué estás en ese estado? Y el hombre le contestó: – Azrael, el ángel de la muerte, me ha dirigido una mirada atroz, llena de cólera. ¡Manda al viento,…
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